La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 y las medidas de prevención adoptadas por las autoridades para contener la pandemia y  las distintas oleadas de contagio han tenido un efecto muy negativo en la situación del pequeño comercio en España. En este sentido y según apuntan distintos indicadores, las ventas de este sector se han desplomado durante 2020 un 6,8%, el mayor descenso registrado desde 2012. Además, este retroceso ha sido mayor en el caso de las tiendas más pequeñas, que además de tener un músculo más débil, han sufrido caídas de ventas que han llegado hasta el 17%, lo que ha tenido un efecto inmediato en el empleo en el sector, que ha registrado una caída del 2,4%.

Con el propósito de ayudar al pequeño comercio a superar esta situación y reactivar la actividad, la ASOCIACIÓN DE SNACKS, junto con FIAB y las asociaciones AECafé, AETI, AFEPADI, ANEABE, BEBIDAS REFRESCANTES, CERVECEROS, ASOZUMOS y PRODULCE, llevan meses distribuyendo de forma gratuita la Guía de Buenas Prácticas de Prevención del COVID-19 a los pequeños establecimientos de alimentación y bebidas.

El manual recoge recomendaciones de carácter informativo, medidas de seguridad y protocolos de actuación para garantizar la protección tanto de propietarios de establecimientos y trabajadores, como de los clientes contra el COVID-19. Además de las medidas generales de prevención, la Guía de Buenas Prácticas de Prevención del COVID-19 aborda aspectos específicos para el pequeño comercio de alimentación y bebidas, como el uso de mascarillas e instrumental recomendado, protocolos de higiene y limpieza reforzadas o la gestión de residuos. También pone a disposición de estos establecimientos pautas de cómo actuar, de forma ágil y efectiva, en caso de sospecha de sufrir la enfermedad o en el momento de detectar un caso en el propio comercio.

La importancia del canal impulso en la recuperación económica

El pequeño comercio de alimentación y bebidas (tiendas de conveniencia tipo ultramarinos, pick&mix, tiendas tradicionales, quioscos, gasolineras, estancos, etc.) está constituido por más de 107.000 puntos de venta diseminados por toda la geografía española e impulsado por 96.252 autónomos. Genera empleo directo a cerca de 133.000 personas, sumando de manera indirecta a lo largo de la cadena de valor a más de 500 distribuidores (cadenas organizadas y autoempleo), así como a una amplia relación de fabricantes que suministran desde productos frescos a envasados.

Estos datos muestran un sector detallista único en Europa, el canal impulso, dedicado al comercio al por menor de productos alimentarios y bebidas en locales especializados, que se ha visto claramente afectado por los efectos del COVID-19 y están viviendo ahora un momento de incertidumbre.

Se pueden descargar la Guía y los materiales de apoyo en los siguientes enlaces: